.:: Historia de Puno

JULIACA EN EL TAWANTINSUYO

Un lugar de Rancho, en dónde floreció el pueblo inka de Tocona (Charles Stanish)
Mapa del departamento de Puno, con la ocupación del Qollasuyo y el Antisuyo.

Después del sofocamiento de las rebeliones qollas, los inkas lograron un empoderamiento por varios decenios, hasta la invasión hispana.
LA VIDA INKA
Los inkas mudaron a los pobladores de los pueblos hacia zonas bajas, cerca a los ríos; reforzaron el control vertical en los pueblos leales y despojaron de sus enclaves a los pueblos rebeldes; construyeron el Qhapaq Ñan y reordenaron la red vial; intensificaron la navegación lacustre; construyeron tambos en los pueblos; desplazaron a los mitimaes; reestructuraron el sistema de tributos; desarrollaron la agricultura, la ganadería, el comercio y la minería; prosiguieron con la especialización en la textilería y la alfarería; empezaron la quechuización en los pueblos sometidos; conservaron el puquina y el aymara en los pueblos que concertaron; incrementaron las fiestas y las danzas; vigorizaron la ritualidad, la isla Titicaca se convirtió en uno de los tres principales recintos sagrados del Tawantinsuyo. En suma, ejercieron un dominio económico, social, político, cultural y religioso en concordancia con los intereses del estado tawantinsuyano.
LOS PUEBLOS Y LAS ALDEAS INKAS
Óscar Ayca Gallegos nos dice: “Fue política de los Inkas bajar las poblaciones de los cerros donde vivían, hacia los lugares que conocieron los españoles y donde actualmente se ubican”. En suelo juliaqueño florecían tres pueblos: Xullaca, Camata y Tocona, y las aldeas de Maravillas, Waynarroque, Tariachi, Chimpajaran, Qomer Moqo y Taparachi. Por entonces, Juliaca continuaba con su enclave en Umapampa, “hasta el ‘amojonamiento’ impuesto por los incas”, después los inkas controlaban directamente el enclave juliaqueño. Hay más lugares asociados al período inka, como: Inca Cancha, Inca Tupo Chijollani, Incapata, Inka Montera, el río Incamayo y la estancia Inca Topo.
EL PUEBLO DE XULLACA
Este pueblo se estableció desde Santa Bárbara hasta Santa Cruz, cerca al río Toroqocha. Para su instauración se mudaron a los pobladores de Monos, Espinal y Waynarroque. Además, los incas trasladaron mitimaes y una guarnición al pueblo de Xullaca y dejaron un representante inka con su comitiva para su administración. Óscar Ayca Gallegos nos dice: “los pueblos kollas […] son mudados por los Inkas hacia la zona comprendida entre el barrio Santa Cruz y el barrio Santa Bárbara, es decir ocupaba el espacio que se conoce como Juliaca antigua”.
El pueblo de Xullaca, por su importancia, quedó registrado en documentos coloniales, también en las crónicas de Cristóbal Vaca de Castro, Pedro Cieza de León, Francisco de Toledo, Luis de Capoche, Felipe Guamán Poma de Ayala, Juan de Santa Cruz Pachacuti, Antonio Vásquez de Espinoza y Vasco de Contreras y Velarde, entre otras. También en los mapas de A. Bandelier (1573) y de Guillermo Blaeun, de los primeros decenios del siglo XVII.
EL PUEBLO DE CAMATA
Este pueblo se estableció por Qoriwata, en la parcialidad de Escuri, cerca al río Juliaca, hoy llamado río Coata. El área nuclear comprendía de las zonas aledañas al actual puente de Maravillas hasta el cerrito Pojrakasi. Para la instauración de este pueblo se trasladaron a los moradores de Mugra e Iquinitu. En Qoriwata se habría construido el tambo. Qoriwata quedó identificado por los hispanos como Camata, tal identificación lo advertimos en el año 2002, en el libro Bodas de Diamante de la provincia de San Román; en una publicación de 2018 el Ministerio de Cultura concluye en lo mismo, al indicar que el pueblo de Camata, “correspondería a la localidad de Corihuata, ubicada actualmente en el distrito de Juliaca, en la provincia puneña de San Román”.
EL PUEBLO DE TOCONA
Este pueblo floreció en la parcialidad de Rancho, por la confluencia de los ríos Cabanilla y Lampa, en Kunkapata estuvo el tambo inka. Para su instauración se trasladaron a los habitantes de Puntaca. Este lugar quedó identificado como Tocona por los hispanos. Los restos del pueblo inka de Tocona ocupan cinco hectáreas, Carles Stanish y otros señalan: “Este sitio inca muy importante se encuentra en la base de la colina de Unocolla […] es una ocupación puramente del período inca […] Está a unos 500 m del río […] El sitio es un posible tambo”. Los de Tocona se especializaron en la textilería. Eduardo Arizaca Medina nos dice: “Kunkapata es un sitio estratégicamente ubicado en el camino prehispánico de Lampa a Juliaca […] probablemente haya sido un lugar de producción de cerámica inka y, a la vez, un tambo”.
EL COSMOPOLITISMO
En los decenios de vida inka la actual jurisdicción del distrito de Juliaca devino en cosmopolita, porque convivían: Puquinas en su mayor parte, uros y aymaras en considerable porcentaje y quechuas en buena proporción, por los mitimaes traídos a consecuencia de la batalla de Huarmi Pukara.
LA AGRICULTURA
En los decenios de vida inka las pampas y las laderas de los cerros de Juliaca parecían una alfombra verde, porque estaban en gran vigor tres extraordinarias tecnologías agrícolas andinas, los campos elevados, los andenes y las qochas.
EL COMERCIO
En territorio juliaqueño se acrecentó el comercio, alcanzó mejores niveles, porque el pueblo de Xullaca estaba interconectado con el Qhapaq Ñan. La plaza o qatu en el pueblo de Xullaca se realizaba de manera periódica, de igual forma ocurría en el pueblo de Tocona. Había otra plaza en la jurisdicción juliaqueña, en Ayabacas. Estos tres qatus eran ancestrales.
LA TEXTILERÍA
En el Tawantisuyo hubo pueblos dedicados a la textilería, de ellos sobresalieron Capachica, Jauja, Cajamarca y Pomatambo, hubo pueblos de menor envergadura, caso de Tocona y Camata, en donde sus pobladores se dedicaban mayormente al arte textil.
LOS QUIPUCAMAYOC
En los principales pueblos inkas había quipucamayoc, personaje de amplia cultura que hacía las veces de contador e historiador, porque en el quipu se conservaban datos numéricos, como historias y poemas. En el pueblo de Xullaca es probable que había un quipucamayoc. Lo que sí está documentado, es que un juliaqueño, Chuca, hacía de principal quipicamayoc del pueblo de Milliraya.
LAS FIESTAS
En el Tawantinsuyo hubo cuatro fiestas principales por la astronomía, y cuatro por el ciclo agrario. En Juliaca las más significativas fueron: La Fiesta del Aymoray (mayo), la del Uchuy Poqoy (la pequeña maduración) y la del Hatun Poqoy (gran maduración), porque hasta ahora queda evidencias de esas fiestas prehispánicas.
LAS DANZAS
Con los inkas se vigorizaron las danzas existentes y se crearon nuevas. En Juliaca los inkas recrearon la danza de la Qawa, convirtiéndola en la Qashwa siempre con el Toqoro como instrumento musical principal. Otras manifestaciones dancísticas creadas en esos decenios son los Taitas, el Inti Tusoj, los Chasquis y los Inkas. Actualmente queda la Qashwa y viene extinguiéndose los Taitas, las otras danzas desaparecieron.
LA LENGUA QUECHUA
Con los inkas empezó la quechuización, particularmente con el traslado de mitimaes; pero se afianzó en el período colonial, cuando se puso un cura con conocimiento de la lengua quechua en la doctrina de Juliaca. Por entonces, la población juliaqueña mayoritaria era puquina, le seguían los uruquillas, aymaras y quechuas.
LA HIJA DEL INKA
En las poblaciones vencidas, caso de los qollas, los inkas dejaron representantes, mitimaes y una guarnición. La representante quechua más importante en el pueblo de Juliaca, fue la hija del Inka Huayna Cápac y hermana de Paullo Inka, que en la colonia fue bautizada como Beatriz Huaylas. En 1535 Beatriz se casó con Pedro Bustinza (conocido también como Martín), convirtiendo a éste en el primer encomendero de Juliaca.

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